Llevamos décadas trabajando en la intersección entre lo técnico, la danza y la creación audiovisual. Nuestra trayectoria es el resultado de una experiencia profunda y transversal que nos ha enseñado no solo qué se puede hacer, sino también qué no se hace y por qué.

Nos mueve una convicción clara: hacer cultura desde la autonomía, la sostenibilidad y la innovación.

Por eso desarrollamos una infraestructura portátil y autónoma, alimentada exclusivamente por energía solar — nuestro único patrocinador — que nos permite intervenir espacios y contextos que la técnica convencional descarta o ignora.

No dependemos de energías fósiles ni de redes eléctricas. No cedemos a la lógica del impacto ambiental ni a la logística que limita la creatividad. Nuestro sistema es cerrado, sin cables, sin generadores, sin huella sonora que perturbe el entorno.

Los auriculares inalámbricos, alimentados por esta energía limpia, son la herramienta que transforma la experiencia escénica en algo íntimo, directo y situado.

Esto no es una alternativa amable al espectáculo tradicional. Es una postura política y social que cuestiona las estructuras convencionales de producción cultural.

No medimos nuestro trabajo en función del beneficio ni buscamos ajustarnos a mercados ni a modelos estándar. Trabajamos para expandir las posibilidades, para explorar lo no explorado, para poner en valor espacios y narrativas que a menudo quedan fuera de los circuitos.

silencioSonoro es un acto de resistencia técnica y creativa.